Miras a tu alrededor, y te das cuenta de que no te quieres ir, de que este es tu sitio, de que para ti, lo que ves, es perfecto. Observas el lugar donde te encuentras, no te has ido, pero ya lo echas de menos. Das una vuelta de 360 grados, y recuerdas ese momento en el que lo pasaste mal, en el que no confiabas en ti, y a cada paso que dabas te hacías poco a poco más pequeña. Piensas que aquí todo sería diferente. Sabes que darías lo que fuera por quedarte, pero te vas, con la única promesa de que no es un adiós, si no un hasta luego, y que la próxima,solo habrá billete de ida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario